Me tocó asumir como Consejero Superior en una reunión, si se quiere, por lo menos complicada. La reunión a la que me refiero es a la última del consejo superior, que se hizo el jueves 13 de diciembre en la sede de Artes del Movimiento.
Pero hay que repasar un poco lo que viene pasando, para entender lo que pasó.
Primero, me imagino que todos saben que en Octubre se llevaron a cabo las elecciones en todos los claustros del IUNA, tanto para los Consejos Superiores como para los de Carrera. Y acá aparece uno de los primeros problemas, bueno, en realidad no fue solo uno.
Tanto en los departamentos de Artes Visuales como Audiovisuales, y en el Área de Formación Docente, se produjeron un cierto número de irregularidades.
Audiovisuales solucionó el problema, y pudo conformar su consejo de carrera.
En los otros dos casos no se demostró voluntad por parte de las juntas electorales locales para solucionar el problema.
En el caso de Visuales, la junta electoral central, debió realizar un recuento de votos para conformar así un consejo de carrera, donde después de varias sesiones, se eligió a Julio Flores como decano departamental. Un sector de este departamento, desconociendo estos hechos, se reunió en una especie de “consejo de carrera paralelo”, donde se eligió como decana a Graciela Marotta.
En el caso de Formación Docente, la junta electoral central impugno las elecciones de los claustros de docentes, auxiliares y graduados, por lo que era imposible lograr el quórum necesario para poder elegir un director de carrera, por lo que el Rectorado propuso nombrar a la Lic. Susana Pires Mateus como delegada normalizadora (no interventora, como algunos insisten en llamar). Y aclaro que aunque la medida suene un tanto extrema, es totalmente legal, y es a la rectora a quien le corresponde tomar este tipo de medidas.
Estas medidas no conformaron a cierto sector del IUNA (que es el mismo en los dos departamentos, y está encabezado precisamente por la Prof. Marotta). Este sector se hizo presente el día de la reunión de consejo, y en nombre de "la democracia", intento evitar que esta se lleve a cabo, recurriendo a golpes, gritos e insultos. Así fue como uno de los puntos mas importantes, como era el nombramiento de la normalizadora para el área de formación docente, no se pudo debatir como el tema se lo merecía, y se tuvo que votar nominalmente, ante la presión de estas personas, quienes diciéndose democráticos, te sacaban fotos o robaban los carteles con tu nombre, tal vez con la intención de intimidar.
Por suerte, los alumnos, que fue el claustro más atacado, pudimos votar a conciencia, ya sea a favor o en contra, pero no dejamos que este grupo interfiera en el normal proceso de la democracia.
Después de esto, este grupo, al ver que sus actos autoritarios no tenían resultado, se retiraron, lo que permitió que el consejo pueda sesionar libremente, como debe de ser.